martes, 17 de mayo de 2011


LITERATURAS PERDIDAS

14-
El extraño que habita en mi
husmea entre los surcos de mi cerebro
indaga entre las memorias perdidas, le siento
furtivo, buscando tu nombre.

Quise e xplicarte, decirte
que el dragón
que conecta mis neuronas
estaba preso, viajando en un circuito
dañado
sin ser capaz de reconocer al extraño.

A veces lo miro de reojo, en cada cristal
que refleja mi rostro
le presiento, me siento observado
camino sigiloso, atento a los leves ruidos
que sus pasos provocan al rozar mi conciencia,
pero el extraño se desvanece
como una sombra sin rostro.

En ocasiones se encara
a mis sueños con una violencia atroz
que hace despertar la conciencia del niño
lo aterroriza con su insistencia, con su obsesión,
le hace llorar, temblar y gemir de impotencia...
y al segundo siguiente sopla un viento del Norte
y ya nada recuerdo.

Tu nombre se desdibuja entonces
entre los llantos del crío
y esa calma atroz
que deja el extraño

Cada luna que cruza
la ventana de este cuarto
pinta en el suelo
un trazo invisible para los ojos del mundo
yo voy juntando los trazos por que sé que algún día
llegaran a completar un poema
y el dragón entonces, podrá volar
de nuevo entre las flores.

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