Se me hundió en el
Oceano de tus ojos,
en un mar de hielos y ginebra.
Pequeño como un
niño que confiesa sus secretos
ante tu indómita presencia….la belleza.
Convengamos que vivo en la pátria
despatriada del amor,
y que vos tambien tenés secretos,
silencios innombrables que leo en tus
pupilas pero que nunca llegan a ser palabras.
Convengamos que al amor le ponemos
las cadenas de Prometeo
y lo mandamos al carajo!
Encerrandolo en boda.
Convengamos que esta noche componemos
entre los dos un tango
y que Vós algún día les pondrás letra.
Convengamos que sellamos un tratado entre el secreto y el
grito
y que por las dudas le escribimos partituras
cifradas en los márgenes.
Ahora, deslizo mi mano atenta y calma sobre la piel de la
tuya
Y alli la dejo….respirando
Sin drama.
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